Los insectos son una fuente importante de proteínas, más importante también como las de las carnes "clásicas". En efecto, los insectos pueden aportar 9 veces más proteínas que la carne de vaca para la misma cantidad.
Los insectos son una fuente importante de proteínas pero también de vitaminas, omégas 3 y 6, y minerales.
Los insectos contienen también menos grasas que otras carnes: ellos contienen por término medio el 16 % de grasas, contrariamente a la carne tradicional que contendría más del doble (el 48 % por término medio).
Los insectos también son una fuente de glúcidos, es decir que ellos aportan energía, lo necesario para el funcionamiento de nuestro organismo – contrariamente a la carne "tradicional" que no lo posee.
Sobre el plan ecológico, los insectos tienen una tasa de crecimiento muy rápida y su ganadería es fácil y poco costosa: poco golosos en alimento, 2 kg de alimentos solamente son necesarios para producir 1 kg de insectos, mientras que los bovinos lo exigen 8 kg para producir la misma cantidad.
La ganadería industrial de insectos comestibles tiene numerosas ventajas: poco golosos en alimento y en agua, los insectos se elevan en pisos y rechazan sólo muy pocos gases a efecto de invernadero. Además, mientras que solamente 5 metros cuadrados son necesarios para educar 100 kilos de insectos, 50 metros cuadrados son necesarios para producir la misma cantidad de carne de vaca.
El consumo de insectos representaría una esperanza para hu1manité: según FAO, los insectos permitirían particularmente alimentar los 9 mil millones de personas que deberían ser alimentados de 2030. Pero los insectos serían también una esperanza en el nivel ecológico, ya que la producción de insectos tiene un impacto débil y ecológico – contrariamente a la producción de carne. « Un tercero de la población mundial come insectos», declaró Eva Ursula Müller, directora del departamento de las políticas económicas de los bosques en FAO.
El hombre ingurgita a sus espaldas 500 gramos de insectos por término medio al año, disimulados en los frutos, las mermeladas de frambuesas o el pan.